
¿Qué hacer si mi bebé se enferma durante el destete?
Share
Es muy común que, cuando estamos en un proceso de destete, nuestro bebé se enferme y no sepamos qué hacer. Cuando los pequeñines se sienten mal, el pecho es su mejor refugio y muchas veces no quieren comer ni tomar otra cosa que no sea el pecho. En esos momentos, te preguntas si será buena idea ofrecerle el pecho y retrasar el destete, o si mejor continúas en el proceso.
Para saber qué hacer, siempre sugiero hacerte dos preguntas:
- ¿Cuánto tiempo llevamos en el proceso de destete?
- ¿Qué tan enfermo está mi bebé?
Si estás recién empezando el proceso de destete o aún no está instaurado, te sugiero que pongas pausa y des el pecho con normalidad. Continuar con el destete durante un periodo de enfermedad es sumamente estresante, tanto para ti como para tu bebé.
Por otro lado, si tu bebé está muy enfermo, no te cuestiones ni dudes en darle el pecho. El pecho hidrata, alimenta, contiene, consuela y los ayuda a dormir. Créeme que ya habrá tiempo de destetar más adelante, pero en estos casos, la salud siempre va primero.
Ahora, si ya llevas bastante tiempo con el destete instaurado o tu hijo no te pide el pecho, acepta otros alimentos o toma agua con normalidad, puedes elegir seguir en el proceso en el que estaban.
¡A mí también me pasó! Te cuento aquí lo que hice:
Mi bebé se enfermó luego de un mes y medio de destete nocturno. Yo seguía dándole el pecho durante el día, pero no lo tomaba para dormir ni para la siesta. El fin de semana que pasó, le dio fiebre muy alta; no quería comer ni tomar nada y me pedía el pecho constantemente. ¿Qué hice? Le ofrecí el pecho a demanda, de día y de noche. Le di el pecho para dormir, le di el pecho en la cama y retrocedimos en absolutamente todo lo que habíamos avanzado. No te voy a mentir, me cuestioné y pensé: ¿qué hago después de esto? Pero en ese momento, mi instinto fue más fuerte y sentí que darle el pecho era lo correcto.
Cuando se empezó a sentir mejor y dejó de tener fiebre, empecé de nuevo a poner pequeños límites, de a poco. Le seguía dando el pecho cada vez que me lo pedía, incluso en la noche, pero se lo empecé a dar en el sofá y no en la cama. Luego, le empecé a reducir las tomas de la madrugada; le daba solo un poquito y luego le decía que teníamos que irnos a dormir. Después dejé de darle para la siesta y, en dos noches, estábamos de nuevo en el mismo lugar al que habíamos llegado. Se despertó a las dos de la mañana, pero le dije que tenía que volver a dormir y lo logró sin pedirme el pecho. Fue como atravesar un proceso de destete nuevo, pero mucho más rápido y sin tanta dificultad.
El proceso de destete no es lineal; puedes tener muchos retrocesos, pero cada pasito que des es un avance. Es posible que en algún momento tengas que poner pausa y no pasa nada; luego de la tormenta, puedes empezar de nuevo.
Para lograrlo, es fundamental que prepares a tu bebé, poniendo los límites que a ti te hagan sentido y comunicándoselos de forma clara y amorosa. Si te gustaría destetar a tu bebé y no sabes cómo empezar, te recomiendo mi mini curso de destete, te dejo el link aquí.
1 comentario
Me encantó este post! Justo quería empezar el destete nocturno y le dio infección de oídos. Esto me dejó tranquila 😌