Entrenamiento de sueño: ¿Lo hago sí o no?

Entrenamiento de sueño: ¿Lo hago sí o no?

¿Estás hace rato cotizando un entrenamiento de sueño? Te prometen que tu hijo va a dormir de corrido si pagas una suma muy alta de dinero y sigues al pie de la letra sus consejos. Te juro que yo pagaría eso y mucho más por escuchar esa receta mágica que me falta para que mi bebé duerma más. Y de hecho quiero confesarte que los pagué, con mi primer hijo, perdida y con sueño, compré un entrenamiento de sueño y te cuento qué? No me resultó.

Hoy estoy en un nuevo proceso de mucho sueño y mucha teta y la mente se nubla de nuevo, vuelvo a buscar a ver si ya salió un entrenamiento de sueño que no lo deje llorar, que sea bueno y funcione de verdad. Y cómo sé qué hay muchas por aquí, que están como yo sin poder dormir y con el dedo a un click de comprar ese esperanzador plan que te promete dormir, quiero ahorrarte ese dinero y contarte la verdad de los entrenamientos de sueño, para que antes de invertir en eso, te preguntes si es o no para ti.

Todos los entrenamientos de sueño buscan lo mismo. Ir eliminando la figura de los padres para que los niños no los necesiten para quedarse dormidos. Que aprendan a consolarse solitos con sus cortos 6 meses de vida. Estos se dividen entre aquellos con más acompañamiento y con menos acompañamiento. Este último es el famoso cry it out, un método donde el bebé es dejado en su cuna, en su habitación a las 7pm y los padres no vuelven a entrar hasta el otro día a las 7am. No importa si llora, vomita, no importa nada, no vuelves a entrar. Este método sigue estando vigente, sin embargo hay muchos entrenadores de sueño que por ética no lo practican.

El siguiente método es de extinción. Cómo su nombre lo indica la figura de los padres va desapareciendo gradualmente, es un método con llanto, pero “llanto controlado”. El bebé es dejado despierto en su cuna, en su habitación y los padres salen de la habitación en intervalos de varios minutos. Primero un minuto, luego entras, tu bebé llora, pasan los minutos correspondientes, entras le dices shu shu a dormir y vuelves a salir. No puedes tocarlo, tomarlo en brazos, solo entrar y volver a salir. Hasta que el intervalo llega a 15 minutos afuera de la habitación. No importa si llora, vomita, se desespera, no vuelves a entrar hasta pasado el tiempo.

Estos dos métodos son los más efectivos y en un par de días, la mayoría de los niños, están durmiendo en su cuna durante 12 horas sin reclamar a sus padres, porque aprenden que no importa cuánto lloren, no irán a consolarlos. Eso aprenden, aunque quieran convencernos de lo contrario.

Los siguientes métodos tienen más acompañamiento, por ejemplo el método de la silla. Pones una silla al lado de la cuna, durante un par de días, puede consolar a tu bebé, tomarlo, acariciarlo, mientras al silla esté al lado de la cuna, pero a medida que los días avanzan la silla se corre y también el contacto físico con el bebé debe ir disminuyendo, hasta que pueda quedarse dormido sin ninguna intervención externa. No puedes hacerlo dormir en brazos y debes tomarlo lo menos posible. ¿Los bebés lloran con este método? Sí, en general los bebés lloran, algunos más otros menos.

El otro método es el de tomar al bebé cada vez que llora, pero cuando se calma lo vuelves a dejar en su cuna. No puede quedarse dormido en brazos, debe quedarse dormido en su cuna sin intervención, pero si llora puede consolarlo siempre. Debes anotar la cantidad de veces que te tomó el primer día que se quedara dormido e ir diminuyendo a medida que pasen los días. Es un método muy frustrante y que también involucra llanto.

El método que elijas debes aplicarlo en cada despertar de tu bebé. Eso es todo, aquellas entrenadoras de sueño que te dicen que pueden ayudarte consolando siembre a tu bebé, generalmente se refieren a este último método. Las mamás lo pagan esperanzadas, luego de semanas de tomar en upa se dan cuenta que no está funcionando, entonces sugieren ir un poco más allá y probar algo más drástico, es ahí donde te sientes estafada, finalmente si no lo dejo llorar, no cambia en nada.

Estos entrenamientos de sueño suelen sugerirte también destetar de noche desde los 6 meses, lo que puede traer problemas como:

Mastitis

Disminución de producción

Baja de peso

¿A qué quiero llegar con esto? A qué antes de decidirte a comprar un entrenamiento de sueño sepas a lo que vas. Que aunque te digan y recontra digan que es sin llorar, muchos niños lloran demasiado incluso en los métodos con más acompañamiento. Qué es un estrés para los padres inmenso, que debes ser súper rígida y estructurada porque salirte un poquito del plan puede retroceder todo y hacerte volver a empezar. Que entrenar el sueño de tu hijo requiere negarle esa necesidad básica del ser humano es que es el contacto físico y que eso duele, porque puede que a tu hijo no le falte nada, puede que esté feliz en su camita, temperatura perfecta, pañal seco, guatita llena, pero le sigue faltando algo cuando le faltas tú. Porque necesitar seguridad, contacto, cariño, no es un capricho, porque duele mucho ir en contra de tu instinto y obviar su llanto cuando lo escuchas llorar.

¿Qué hago entonces? ¿No duermo nunca más?

Si luego de leer este correo piensas que los entrenamientos de sueño no son para ti, quiero que sepa que eso no significa que no puedas hacer nada para mejorar el sueño de tu bebé. Puedes tener rutinas, mejorar su ritmo circadiano y trabajar la separación del cuerpo de la madre poco a poco, no con reloj en mano, sino observando a tu bebé, conociéndolo mejor y aceptando que, el sueño es un proceso madurativo, que te tomará un tiempo volver a dormir mejor, pero que todos sin excepción, lo logran.

Algo que a mí me ayudó mucho fue aceptar que los entrenamientos de sueño no eran para mí y dejar esa opción partir. Asumir que mi bebé me necesita y encontrar un equilibrio donde yo no enloqueciera por su en ocasiones abrumadora necesidad. Lo logré, encontré el equilibrio con mi primer bebé y un día, con un año y tres meses, durmió toda la noche sin una sola lágrima. Ese día llega para todos, en mi libro Mala madre te cuento cómo, sin remedios mágicos, simplemente con calma. Mi libro no es un entrenamiento de sueño, pero estoy segura que puede ayudarte a sentirte mejor, por un décimo del valor que pagarías por escuchar a tu hijo llorar.

Encuéntralo acá.

 

Regresar al blog

Deja un comentario